Sunday 15 January 2012

Balsapuerto: Tierra de ensueño, perdida en el olvido.


A unos pocos kilómetros de la capital de Alto Amazonas, Yurimaguas, navegando por el rio Paranapura, vamos camino a Balsapuerto, considerado unos de los distritos más pobres del Perú. Balsapuerto es la capital de la nación Shawi. La Provincia de Alto Amazonas alberga un aproximado de 40,506 habitantes indígenas, distribuidas en 243 comunidades, clasificadas en 11 grupos étnicos y a su vez en 5 familias etnolingüísticas. Los SHAWIS es solo una de ellas. Y nosotros llegamos hasta esta tierra de ensueño, perdida en el olvido.
Navegamos por espacio de 6 horas y media en una embarcación pequeña con peque-peque, conducido por Rider, un lugareño que tuvo que sortear dificultades pues el caudal del río está en su época de vaciante. Sin duda, tendremos que bajarnos varias veces para empujar el bote y seguir con nuestro viaje. El camino se torna sombrío, son las 6 en punto de la mañana, el agua aun cumple su ciclo natural, la neblina es parte del panorama.
Vamos a Balsapuerto porque nos enteramos que allí existe una piedra en la que se encontraron algunas figuras jeroglíficas. Nos emocionamos y decidimos partir en busca de la piedra de CUMPANAMA. 

No pasaron muchos minutos de viaje y ya podemos ver los maravillosos paisajes que van apareciendo durante el camino. Sentimos que será una aventura magnifica. 


Cómo llegar hasta Balsapuerto

El viaje a Balsapuerto se puede realizar de varias formas. Si quieres una aventura extrema lo puedes hacer vía terrestre, es decir caminando, ya que son solo “trochas” por donde un vehículo no puede pasar. Dura aproximadamente dos días. Otra forma es la aérea, ya que Balsapuerto cuenta con un espacio a la que los vivientes del lugar llaman aeropuerto, pero por cuestiones financieras no tiene permiso de aterrizaje. Y por último se puede llegar por la vía fluvial. El viaje dura (vía salta Lucia) aproximadamente entre 5 a 8 horas dependiendo del estado del río, pues en época de vaciante el camino es más difícil, ya que las playas impiden el paso de los botes. Pero si tomas un bote desde el puerto de Yurimaguas el viaje durará en promedio dos días.

Costumbres de los Shawis.


En aproximadamente dos hora de viaje ya podemos apreciar a los miembros de la nación Shawi en diversas situaciones cotidianas. Ya sea pescando, lavando o simplemente navegando en sus canoas. 


Los Shawis, (conocidos también como CHAYAWITAS) aun mantienen esa forma de vida que les ayudó a perdurar en el tiempo. Aunque pertenecen a un gobierno local, éste no hace mucho por ellos. Pero eso a ellos no les impide seguir con su vida y van sobreviviendo en ese estado de total armonía con la naturaleza.
Antes de llegar a nuestro destino nos damos cuenta de una característica en la vida de los Shawis: “La mujer hace el trabajo duro”, por ejemplo. 
La bebida típica es el masato, la mujer tendrá que sembrar, cosechar, cocinar y realizar todos los preparativos para la elaboración de esta bebida. Sin embargo, cuando un visitante toma el masato, las gracias la recibe el marido. Pues la mujer se encuentra en un estilo de vida de sumisión al hombre, esta no puede conversar con ningún visitante, sea este hombre o mujer, sin el consentimiento del hombre. Son los hombres quienes toman las decisiones en sus pueblos y también en casa. Sentimos que nuestro discurso de igualad de género aquí no sirve, así que solo nos dedicamos a contemplar el panorama y a aceptar sus normas. Estamos en sus tierras.

La llegada a Balsapuerto.

Llegamos a Balsapuerto, un poblado en la cima de una montaña, bajamos del bote y nos dirigimos a buscar comida, pues el viaje duró seis horas y media y estamos hambrientos. Para “suerte” nuestra a nadie se le ocurrió cocinar para vender hoy. A punto de resignarnos a comer algún enlatado, aparece el señor Del Castillo (así se presenta) nos dice que si bien es cierto que en su casa falta plata, pero comida sobra. Nos dirigimos a la casa del señor Del Castillo donde saciaremos nuestro apetito.
Durante la comida, los dueños de casa nos dicen que no solo podemos visitar la piedra, pues el poblado cuenta con muchas cataratas y caídas de agua magníficas, pero la única forma de llegar es caminando, ¡qué suerte! Nos instalamos en una casa que brinda servicio de hospedaje y nos preparamos para ir hacia las cataratas de San Lorenzo, un pueblo shawi.


Las cataratas de San Lorenzo.

Rider, nuestro motorista, ahora se convertirá en nuestro guía. El camino hacia las cataratas dura cuatro horas, ida y vuelta. Al llegar hasta San Lorenzo descubrimos, con gran asombro, que Rider habla idioma Shawi. En el pueblo, un chico, ELIO, nos dice que es mejor que vayamos con él, pues la catarata tiene madre. (Se refiere al arcoiris)


Así, entre subidas… bajadas y cruce del río de piedras a pie (con un par de caídas también) llegamos hasta las cataratas que es una maravilla total. Esta catarata cuenta con cinco pisos, cada una es un monumento natural que no se puede describir. Es simplemente un legado que nos brinda la naturaleza. Estamos cansados y no dudamos en sumergirnos en sus cristalinas aguas. El sabor del agua es dulce, como en ningún otro lugar. Ya nos sentimos con fuerzas para emprender el camino de vuelta. En la siguiente nota les contaremos nuestra aventura hacia la piedra de CUMPANAMA.

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